“Los horarios de trenes son insuficientes para cubrir las necesidades de las personas que tienen que desplazarse a Castelló para trabajar, estudiar, ir al hospital o –por qué no– salir de fiesta o ir al teatro (y luego poder volver) (…) Si hubiera mejores conexiones con Orpesa, estaríamos promoviendo que muchas familias y jóvenes vivieran aquí en lugar de tener que irse a vivir a ciudades más grandes”

Da la casualidad de que, ayer mismo, estaba en la estación de tren y una señora mayor me comentaba que no tenía manera de volver a su casa desde la estación a las siete de la tarde (un día antes de las fiestas de Semana Santa). Los autobuses ya no pasaban y, para colmo, no había taxis en la parada habitual”. 

Muchas veces oímos hablar de la importancia de solucionar el problema de la España vaciada, de lo triste que es ver cómo tantos municipios –antes llenos de gente joven–languidecen y se precipitan inexorablemente hacia la desaparición. En Orpesa estamos lejos de esa realidad, pero sí que hemos visto cómo en las últimas décadas el municipio iba perdiendo atractivo, especialmente para la gente joven, y cómo la población va envejeciendo cada vez más.

Yo he sido testigo de este cambio. Cuando era pequeña y pasaba los veranos con mi abuela en la playa de La Concha, el municipio estaba lleno de vida para la juventud. Poco a poco, se fueron cerrando bares, se fueron deteriorando los edificios y los servicios, y de ese boom solo queda el recuerdo. Podríamos teorizar largo y tendido sobre los porqués, pero creo que algo que salta a la vista es que un municipio mal conectado es un municipio en el que la gente joven ni quiere ni puede vivir.

Hablemos de los horarios de trenes. Son insuficientes para cubrir las necesidades de las personas que tienen que desplazarse a Castelló para trabajar, estudiar, ir al hospital o –por qué no– salir de fiesta o ir al teatro (y luego poder volver). Además, si a eso le sumamos las cancelaciones y los retrasos constantes, ninguna persona se atreve a depender del transporte público para llegar a su trabajo o centro educativo en la capital. Lo mismo ocurre con los servicios de autobuses que conectan Orpesa con otros municipios cercanos y con Castelló: insuficientes y lentos.

Para los mayores o las personas con movilidad reducida, la cosa no mejora. Da la casualidad de que, ayer mismo, estaba en la estación de tren y una señora mayor me comentaba que no tenía manera de volver a su casa desde la estación a las siete de la tarde (un día antes de las fiestas de Semana Santa). Los autobuses ya no pasaban y, para colmo, no había taxis en la parada habitual. 

¿Cuál es el resultado de todo esto? En muchos casos, el éxodo a ciudades mejor conectadas o más grandes. Para evitarlo, y para que haya más vida en nuestras calles y playas, no basta con desarrollar actividades lúdicas, deportivas y culturales para todas las edades. Si no incluimos una mejora de los transportes y las conexiones con el resto del territorio, es muy difícil que la gente quiera o pueda vivir aquí.

En Compromís, somos muy conscientes de esta realidad, y hemos trabajado para conocer cuáles son las necesidades de los municipios en materia de movilidad. Sabemos lo importante que es mejorar el transporte público, con más regularidad y más cantidad de trenes y con la reducción de los tiempos de viaje. Además, queremos que los trenes de cercanías lleguen a las localidades del norte de Castelló, para que así los servicios sean más baratos y más regulares. Asimismo, nos gustaría contar con una única tarjeta de transporte, con la que poder coger un bus de Orpesa a Benicàssim o irnos hasta València y recorrer la ciudad, por ejemplo.

En resumidas cuentas, si hubiera mejores conexiones con Orpesa, estaríamos promoviendo que muchas familias y jóvenes vivieran aquí en lugar de tener que irse a vivir a ciudades más grandes. Así se llenarían las calles de nuestro pueblo de más vida, reactivaríamos la economía local, fomentaríamos un menor uso del coche y mayor del transporte público, así como la transición hacia una economía más verde. Todo esto se puede lograr si existe voluntad política. Y desde Compromís la tenemos.

En definitiva, un pueblo mejor conectado es un pueblo más joven, más inclusivo y más vivo todo el año.